lunes, 30 de mayo de 2011

LA BRUJA MARÍA

La bruja María era una aprendiz de bruja muy despistada que vivía en Witchylandia, un pueblo que no salía en muchos mapas. Habitaba en una casita morada y negra acompañada de su gato Witchycat y su inseparable escoba.
Esta aprendiz tenía cinco amigas de la escuela de magia:Sabrina, Violeta, Kira, Angélica y Luna.
Todos los días por el Witchyteléfono quedaban para ir juntas a la escuela.
Este curso, tenían un nuevo reto, su profesor Baltasar Bracadale les había dado una guía práctica a cada alumna y éste les explicó que había treinta pócimas que deberían aprenderse en un mes y luego les haría un examen pero había dos opciones, la primera era que podía ponerles en el examen una pócima solamente y entre las seis decir las palabras mágicas y aprobar y ser unas expertas brujas o poner siete pócimas a cada una y hacerlas solas ya que habría más posividades de que suspendieran y tendríais que repetir curso.
Las seis se fueron a sus casas y acordaron que cada día se aprenderían siete pócimas. María, al ser un poco despistada, estudiaba pero cambiaba las palabras mágicas, por ejemplo en la tisana de la suerte en vez de decir "Bébela muy dulce durante el desayuno "María decía" Bésala muy dulce donde desayunemos"
Contó su problema a sus amigas y estas cada día le ayudaban a memorizar una pócima con rimas música...
Por fin llegó el día del examen y el profesor les dijo que se tendrían que unir las seis para conseguir el hechizo perfecto.
- Dejadme que piense...¡Ya se! ¡La tisana de la suerte!No podeís mirar en la guía ni usar la poca magia que tenéis, solo pensar y pronunciar las palabras mágicas. De tiempo, quince minutos. Empezad.
- ¡Angélica, tú te sabes los ingredientes! ¡Dilos!
- Dos puñados de tréboles de cuatro hojas y algunos cardillos.
- ¡Sabrina, Luna! ¡Vosotras sabéis que hay que hacer con los ingredientes!
- Si, si. Dejar hervir poco a poco cruzando los dedos de la mano izquierda.
- No Sabrina son los dedos de la mano derecha.
- Kira...
- Ya voy ya, aquí traigo los polvos mágicos que le dan a la tisana un sabor y un aroma muy agradables
- ¡Uffff!
- Tranquila María
- Piensa bien las palabras
- ¡Como queréis que me tranquilice si solo quedan cinco minutos!
- María piensa bien lo que aprendiste con nosotras
- Las rimas, la música...
- Vale chicas
De bésala bébela,
Luego me encantan los caramelos, son muy dulces,
¡Ya me acuerdo!
Bébela muy dulce durante el desayuno.
-¡Siiiiiiiiiii!
-¡Genial!
-¡Lo conseguimos!
-Muy bien, os felicito a todas.
Baltasar les dio su diploma de brujas, sus varitas y sus gorros. Las seis brujas se marcharon en sus escobas muy contentas y orgullosas ¡Ya eran unas súper brujas!
ÁNGELA OCHOA YAGO

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